martes, 17 de enero de 2017
Vivir, morir, repetir
Cuando se me secaron los ojos de tanto llorar los abrí. Seguía sentada en la esquina de aquella oscura habitación, encojida, temblando de miedo, pero tu seguías a mi lado y me susurrabas que todo iba a salir bien, que nunca nos encontrarían. Las voces de los hombres cada vez estaban más cerca. "Voy a mirar si vienen" Te acercaste a mi y me secaste las lágrimas "Hey, estaré bien, vale?" Dijiste sonriente, como siempre. Después te alejaste y en cuanto intentaste abrir la puerta, la persona que había al otro lado fue más rápida. Os mirastéis cara a cara. Él iba armado con un cuchillo, pero tú no. Cerré los párpados y apreté los dientes porque no quería verte morir de nuevo. Estabas tendido en el suelo, retorciéndote hasta tu cruel final y con tu último aliento me dijiste: "Corre". A pesar de que no había donde ir. Yo sabía lo que tenía que hacer. Miré desafiante al hombre armado. Si yo moría, todo empezarría de nuevo, retrocedería. Pensar en ti me dió la fuerza que necesitaba para levantarme y permanecer allí de pie. Entonces sentí el puñal en mi vientre. Haría cualquier cosa para recuperarte, incluso si eso significa vivir este horrible dolor una y otra vez. Todo se vuelve oscuro pero de repente estoy de nuevo en la plaza del pueblo, y sé que tengo veinticuatro horas para arreglar mis errores y evitar tu muerte.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario