Día 114. No sé si podré aguantar mucho más. Las agresiones son constantes. Me pegan una y otra vez. Y todo por su propia diversión. ¡Como si un deporte tan ridículo como lanzarme contra Suelo y contra Canasta, que por cierto es borde de narices, justificase los constantes ataques que sufro! Tengo abolladuras por todo mi redondo cuerpo y cada vez guardo menos aire. Estos atentados que las pelotas sufrimos son intolerables y deben ser detenidos de inmediato.
Aitana Velarte.
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