Me encontraba en una expedición en las montañas. Después de haber dormido entre unas asquerosas hierbas para no pasar frío íbamos a continuar la caminata. Estábamos a una gran altura con niebla, por lo que no se veía nada. Fui a dar una paso y en ese preciso momento me resbalé y caí hacia el barranco. Me quedé colgado gracias a que una parte de mi pantalón se había quedado enganchado a una roca. En ese momento pensé: Estoy en la cuerda floja a pesar del vértigo, si me caigo estoy muerto y si continuo aquí me va a dar un ataque de pánico. Vi una sombra entre la niebla...
Carlos Bazo.
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